Chile podría ayudar a construir un nuevo buque antártico brasileño
Hasta el próximo viernes (5), cuando finalice la Feria Internacional de Defensa y Seguridad en Río de Janeiro, se conocerá el nombre del astillero brasileño que se unirá al consorcio internacional formado por la Armada de Chile y la empresa estadounidense VSK Tactical, de Estados Unidos, para disputarse en una primera convocatoria la construcción del Buque de Apoyo Antártico (NApAnt), de la Armada brasileña.
La información fue confirmada el martes (2) a Agência Brasil por el abogado Marcellus Ferreira Pinto, uno de los directores ejecutivos de VSK Tactical, que actualmente mantiene conversaciones con dos firmas brasileñas.
Se estima que el proyecto para el nuevo NApAnt costará US$ 500 millones, aunque según Ferreira Pinto el monto podría ser menor. La idea es que el buque ayude a reconstruir la estación Comandante Ferraz, que Brasil mantiene en la Antártida y que fue destruida por un incendio en 2012.
Ventaja competitiva
De acuerdo con Ferreira Pinto, el astillero Astillero y Maestranzas de la Armada (Asmar), operado por la Armada de Chile, tiene una ventaja competitiva debido a su experiencia en ese campo, tras haber construido recientemente un barco similar al NapAnt. “Es un país del Mercosur y socio de la Armada de Brasil, por lo que tenemos una buena perspectiva para esta asociación”, dijo.
Los consorcios que se disputarán la construcción del buque antártico brasileño tendrán hasta el 13 de mayo para presentar su respuesta a la Solicitud de Informaciones de la Armada Brasileña. “Esperamos enviar una respuesta junto con el socio brasileño [elegido]”, dijo Ferreira Pinto. La Armada de Brasil recopilará las respuestas y divulgará la segunda convocatoria ya con estimaciones de plazo, valor y especificaciones del buque.
El consorcio ganador podría darse a conocer en julio, con la posible participación del astillero chileno, capacitación del personal del astillero brasileño y transferencia de tecnología.
Vehículos militares
Marcellus Ferreira Pinto también anunció la posible construcción de una fábrica de vehículos militares en Brasil. El proyecto se llevará a cabo en colaboración con el Departamento de Estado de los Estados Unidos y deberá ser aprobado por el Ejército de Brasil. A la construcción se sumarán empresas brasileñas.
La primera unidad de la división de vehículos militares de Jeep en Brasil se construirá en el estado de Bahía, probablemente en el municipio de Camaçari, con un costo estimado de US$ 50 millones para la línea de montaje. "Será la primera fábrica de jeeps de Sudamérica", señaló Pinto.
Los vehículos servirán a las Fuerzas Armadas Brasileñas, cuerpos de policía y órganos de seguridad. Aunque los civiles no tendrán acceso a esos vehículos, ellos podrán ser utilizados por órganos de inspección ambiental como el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama).
En un primer momento se fabricarán seis modelos de la familia de jeeps, con una capacidad inicial de montaje de 60 vehículos al mes, que puede ampliarse a 200, “por factores de mercado”.
El objetivo es iniciar la producción dentro de diez meses, lo que se traduciría en la generación de 50 puestos de trabajo directos y 200 indirectos. En una segunda etapa, el plan incluye la creación de un centro técnico-militar, para lo cual se han firmado contratos para la implantación de una fábrica de armas, una fábrica de nanotecnología militar y otra ensambladora dirigida a vehículos blindados pesados.