Brasileñas están eligiendo más el parto natural

Preocupadas por la alta tasa de cesáreas en la red privada (84%) y en busca de un procedimiento más humanizado al dar a luz, las mujeres embarazadas de Brasil vienen recurriendo cada vez más a la red pública de salud. Están eligiendo a hospitales de referencia en salud materno-infantil que estén vinculados al SUS, red integrada de salud pública brasileña, y que cuenten con un equipo completo de atención médica.

Un ejemplo es el de la profesora Camille Ramalho, de 33 años, quien dio a luz en la Maternidad Maria Amélia, en el centro de Río de Janeiro. “Hice todas las consultas prenatales por mi plan de salud, pero en el parto preferí el SUS” , dijo. Camille dijo que se informó bastante acerca del tema antes. “He leído mucho, hablé con muchas madres y no me arrepiento.”

En Río, la opción por la Maternidad Maria Amélia se ha convertido en una tendencia, según la enfermera-obstetra Heloisa Lessa. “Muchos médicos prefieren hacer cesáreas porque pueden ser programadas con antelación y están mejor pagadas por los planes de salud”, lo que no sucede en la red pública. Con las nuevas normas vigentes en el país para desalentar las cesáreas y debido a las campañas en defensa del parto natural, las madres vienen tratando de evitar los riesgos de las cesáreas sin necesidad.

La Secretaría Municipal de Salud de Río de Janeiro informó que no es posible estimar el número de mujeres embarazadas con seguro de salud que prefieren tener sus bebés en la red pública. Sin embargo, el número de partos normales en la Maternidad Maria Amélia alcanza el 76,2%, superior a la media de la red municipal (66%), que incluye otras diez maternidades.

La contratación de “doulas”, profesionales que acompañan a la mujer desde el inicio del embarazo y ayudan en la preparación de los padres, también se está convirtiendo en una tendencia en Rio. La traductora Eva Holzova, de 32 años, quien hizo una cesariana en su primer embarazo, dice que la doula le proporcionó apoyo en el parto normal de su nueva hija. “Ella me dio ejercicios y explicó las fases del parto, lo que proporciona un apoyo emocional muy importante”, cuenta.

En casos de embarazo de bajo riesgo, el parto natural es la mejor opción, ya que el equipo está capacitado para realizar el menor número posible de intervenciones en el cuerpo de la mujer, defiende la investigadora Silvana Granato, de la Fundación Oswaldo Cruz. Entre las ventajas del parto vaginal están la reducción de la mortalidad materna y de dolores postoperatorios. En los bebés, disminuye el riesgo de muerte intrauterina, complicaciones respiratorias y obesidad en la infancia.

Para fomentar la práctica, el gobierno del estado de Río viene entrenando equipos y recientemente compró una bañera a un hospital, pues baños de inmersión en agua tibia ayuda en el trabajo de parto.

Traducción: Leonardo Vieira