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Identificada la 267ª víctima del colapso de la presa de Brumadinho

Los bomberos siguen buscando los restos de otras tres víctimas
Alana Gandra – Reportera de Agência Brasil
Publicado en 21/12/2022 - 11:02
Río de Janeiro
Bombeiros acham ossada de possível vítima da tragédia em Brumadinho
© Corpo de Bombeiros de Minas Gerais (CBMG)

La víctima número 267 de la rotura de la presa Córrego do Feijão, en Brumadinho, estado brasileño de Minas Gerais, fue identificada el lunes (20) por la Policía Civil a través de una prueba de ADN. La institución confirmó la identidad de Cristiane Antunes Campos, quien tenía 35 años al momento del colapso, el 25 de enero de 2019. Cristiane se desempeñaba como supervisora ​​de mina.

El gobernador Romeu Zema reforzó, en las redes sociales, el compromiso del gobierno de aliviar el sufrimiento causado por la tragedia. “No descansaremos hasta encontrar a todos los desaparecidos, reduciendo un poco el dolor de los familiares”, afirmó Zema.

La rotura de la presa de la minera Vale en Brumadinho se cobró la vida de 272 personas, de las cuales dos estaban embarazadas. Los bebés están incluidos en el número total. Los cuerpos de tres víctimas aún no han sido encontrados.

Estrategia de búsqueda

Este diciembre, el Cuerpo de Bomberos cumplió más de 1.400 días de actuación en Brumadinho desde el inicio de la tragedia. Hasta el momento, se han empleado en la operación 5.735 bomberos militares.

En la fase actual, los bomberos utilizan equipos industriales de detección adaptados, los cuales procesan alrededor de 200 toneladas por hora cada uno.

Además de las muertes, el desastre generó una serie de impactos sociales, ambientales y económicos en la cuenca del río Paraopeba y en todo el estado de Minas Gerais. Es considerado una de las mayores tragedias ambientales de la minería en el país, tras la rotura de la presa de Fundão, de la minera Samarco, en Mariana, en el mismo estado, el 5 de noviembre de 2015.

El colapso en Mariana mató a 19 personas, liberó al medio ambiente cerca de 45 millones de metros cúbicos de desechos, compuestos principalmente por óxido de hierro y sílice, y sepultó el subdistrito de Bento Rodrigues. La destrucción alcanzó la costa del estado vecino de Espírito Santo.