Indígenas reforestan la Amazonía en Acre, norte de Brasil
Reconocidos mundialmente como los principales guardianes de los bosques tropicales, por sus formas de vida en armonía con el medio ambiente, los pueblos indígenas de Brasil también vienen trabajando en frentes para recuperar áreas degradadas. En la región del Valle del Juruá, en el extremo oeste de Acre, cerca de la frontera con Perú, asociaciones indígenas, cooperativas de productores y organizaciones no gubernamentales trabajan sin ánimo de lucro en el proyecto Alianza Reforestar de la Amazonia, iniciado en 2021. El objetivo es precisamente promover plantaciones agroforestales en comunidades tradicionales que han visto deforestado parte de su territorio.
Es el caso de la Tierra Indígena Puyanawa, situada en el municipio de Mâncio Lima, a unos 700 kilómetros de Río Branco y a la orilla derecha del río Moa, el territorio tiene una superficie total de 24.500 hectáreas, donde vive una población de unas 750 personas, distribuidas en dos aldeas. Alrededor del 5,8% del territorio ha perdido su selva amazónica original, una porción de tierra que ya fue deforestada por los agricultores que explotaban la región en el pasado, antes de la demarcación, y que corresponde a unas 1.500 hectáreas.
Invadida por los colonizadores caucheros a principios del siglo XX, esta región del actual oeste de Acre fue activamente explotada por el ciclo del caucho y, como consecuencia, los pueblos originarios vieron expropiadas sus tierras y acabaron siendo obligados a actuar como mano de obra para la extracción de látex durante décadas.
El territorio fue homologado solo en 2001. Allí, la Alianza está liderada por Puwe Puyanawa, quien, a finales de julio, recibió a un grupo de influencers digitales del proyecto Creator Academy para mostrar el trabajo realizado para recuperar el bioma.
"La idea es que demostremos a la comunidad lo que podemos hacer en áreas degradadas, y hacer de este lugar un paraíso, para que tenga muchos frutos, plantas medicinales, madera dura, resaltando nuestra ancestralidad de cuidar el bosque", dijo entonces.
La iniciativa cuenta con el apoyo de técnicos de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), del gobierno del estado y de la organización SOS Amazônia. Según el proyecto, incentivar, valorizar y fortalecer una red de comunidades tradicionales centradas en la reforestación por medio de la agrosilvicultura es una inversión en el futuro del planeta.
"No sólo porque los árboles plantados hoy crecerán y darán frutos dentro de unos años, sino porque, al ritmo al que se está destruyendo la Amazonía, la restauración de la cubierta forestal será cada vez más urgente y necesaria", destaca un extracto de la presentación del programa en su página web oficial.
Según los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una red que reúne a científicos del clima de todo el mundo, se deben priorizar las medidas para recuperar las áreas degradadas, ya que la tasa de deforestación de los bosques sigue siendo alta. En 2021, la ONU consideró los diez años siguientes como la década de la restauración forestal en el planeta.
Primeros resultados
Los indígenas puyanawa tienen conocimientos técnicos sobre la recolección de semillas, la estructuración de viveros de plántulas y la implantación de sistemas agroforestales, incluso antes del inicio de la Alianzça Reforestar. La primera experiencia del proyecto se aplicó en la Tierra Indígena Yawanawá, en el municipio de Tarauacá, Acre. Allí, entre enero y mayo del año pasado, se plantaron 5.700 plantones, entre frutales, frondosas y plantas pioneras del bioma que crecen rápido. El trabajo fue documentado en película.
En la Tierra Puyanawa, el trabajo se está realizando en una superficie inicial de 9 hectáreas. Puwe Puyanawa explicó que el objetivo del proyecto es alcanzar las 30.000 plántulas en esta primera fase del proyecto. "Tenemos una superficie [deforestada] abierta de 1.500 hectáreas, y la idea es llegar al máximo posible", dijo. El proyecto depende de asociaciones y de apoyo financiero.
Indígenas contra la deforestación
Las áreas indígenas se encuentran entre las principales barreras contra el avance de la deforestación en Brasil, según MapBiomas, una iniciativa multiinstitucional en la que participan universidades, organizaciones no gubernamentales (ONG) y empresas tecnológicas, centrada en el seguimiento de la cubierta forestal y el uso del suelo en Brasil. En un período de 30 años (1990-2020), según los datos de esta red, las tierras indígenas perdieron sólo el 1% de su superficie de vegetación nativa, mientras que en las zonas privadas el porcentaje fue del 20,6%. La pérdida de vegetación nativa en Brasil, en tres décadas, fue de 69 millones de hectáreas, de las cuales sólo 1,1 millones correspondían a tierras indígenas.
Ocupando el 13,9% del territorio nacional (109,7 millones de hectáreas), las tierras indígenas corresponden al 19,5% de la vegetación nativa de Brasil, según datos actualizados hasta 2020, pero que siguen siendo prácticamente actuales. Por otro lado, según MapBiomas, en las áreas privadas, la pérdida de vegetación nativa alcanzó 47,2 millones de hectáreas en 30 años, lo que corresponde al 68,4% del área deforestada.
Desde su demarcación en 2001, la tasa promedio de deforestación en la Tierra Indígena Puyanawa ha ido disminuyendo, según la Alianza. En los últimos años, de acuerdo con el proyecto, no ha habido nuevas deforestaciones, "lo que indica el esfuerzo de la comunidad por valorar la existencia del bosque primario".
*El reportero viajó invitado por el proyecto Creators Academy.