Casi 2 mil ciudades brasileñas en riesgo de desastre ambiental
Con la intensificación de los cambios climáticos causados por la acción humana sobre el medio ambiente, se ha producido un aumento de los desastres ambientales y climáticos en todo el mundo, como lo que está sucediendo en Río Grande del Sur.
En Brasil, el gobierno federal tiene mapeados 1.942 municipios susceptibles a desastres asociados a deslizamientos, inundaciones, torrentes y riadas, lo que representa casi el 35% del total de ciudades.
“El aumento de la frecuencia e intensidad de los eventos extremos de lluvia viene creando un escenario desafiante para todos los países, especialmente para los países en desarrollo con grandes áreas territoriales, como Brasil”, dice el estudio del gobierno federal.
Las áreas de estas ciudades consideradas en riesgo concentran a más de 8,9 millones de brasileños, lo que representa el 6% de la población nacional.
El estudio publicado en abril de este año reelaboró la metodología adoptada hasta entonces, añadiendo más criterios y nuevas bases de datos, lo que aumentó en un 136% el número de municipios considerados susceptibles de sufrir desastres. En 2012, el gobierno había mapeado 821 ciudades en riesgo de este tipo de desastres.
Con los nuevos datos, sistematizados hasta 2022, los estados con mayor proporción de población en zonas de riesgo son Bahía (17,3%), Espírito Santo (13,8%), Pernambuco (11,6%), Minas Gerais (10,6%) y Acre (9,7%). Los estados con la población más protegida contra las catástrofes son el Distrito Federal (0,1%), Goiás (0,2%), Mato Grosso (0,3%) y Paraná (1%).
El estudio fue coordinado por la Secretaría Especial de Articulación y Monitoreo, vinculada a la Jefatura de Gabinete de la Presidencia. Fue solicitado por el gobierno debido a las obras programadas en el marco del Nuevo PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento), que prevé inversiones en infraestructuras en todo el país.
Poblaciones pobres
Las poblaciones pobres son las más expuestas a sufrir catástrofes medioambientales en Brasil, según la nota técnica del estudio.
“La urbanización rápida y a menudo desordenada, así como la segregación socioterritorial, hacen que las poblaciones más pobres ocupen lugares inadecuados, expuestos a inundaciones, corrimientos de tierras y otras amenazas relacionadas. Estas zonas suelen estar habitadas por comunidades de bajos ingresos que disponen de pocos recursos para adaptarse o recuperarse de los impactos de estos fenómenos, lo que las hace más vulnerables a estos procesos", señala el documento.
El estudio también identifica los desastres ambientales ocurridos en Brasil entre 1991 y 2022, cuando se registraron 23.611 eventos, 3.890 muertes y 8,2 millones de personas desplazadas o sin hogar como consecuencia de inundaciones, torrentes y deslizamientos de tierra.
Recomendaciones
La nota técnica del estudio hace una serie de recomendaciones a los poderes públicos para minimizar los daños causados por futuras catástrofes, como ampliar los sistemas de vigilancia y alerta de riesgo de inundaciones, actualizar anualmente estos datos y difundir esta información a todas las instituciones y organismos que puedan ocuparse del tema.
“Es esencial promover acciones gubernamentales coordinadas destinadas a la gestión de riesgos y la prevención de catástrofes”, afirma el estudio, que añade que el Nuevo PAC podría ser una oportunidad para mejorar la gestión de riesgos y catástrofes en Brasil, como “contención de taludes, macrodrenaje, presas para regular caudales y controlar inundaciones, e intervenciones en cursos de agua”.