Las alertas de deforestación en la Amazonía caen el 46% en un año
Las alertas de deforestación registradas en el bioma Amazonía llegaron a 4.314,76 km2, el número más bajo de la serie histórica iniciada en 2016 y registrada por el Sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (Deter) del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). La reducción de las alertas se produce después de un período en el que ya se había detectado un descenso del 7,4%, de agosto de 2022 a julio de 2023.
Otro sistema del INPE, el Proyecto de Monitoreo de la Deforestación en la Amazonía Legal por Satélite (Prodes), confirmó la tendencia a la baja de la tasa anual de deforestación indicada por el Deter, que se mide siempre de agosto a julio, y también constató una reducción forestal absoluta (remoción y comercialización de madera) en la región amazónica de 3,6 mil km² en el mismo período.
En el bioma del Cerrado, hubo un aumento del 9% de estas alertas en el mismo período, lo que también constituye un récord. Entre agosto del año pasado y julio de este año se deforestaron unos 7.015 km², frente a los 6.341 km² de los 12 meses anteriores. Sin embargo, según el Gobierno, en los últimos cuatro meses ya se ha registrado una tendencia a la baja en la supresión de la vegetación autóctona de este bioma.
Durante una rueda de prensa celebrada esta semana, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, destacó el hecho de que todos los ejes del Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación en la Amazonía Legal están en pleno funcionamiento, no sólo las actividades de "vigilancia y control ambiental".
"La deforestación también está cayendo a medida que asignamos correctamente las áreas que aún no han sido asignadas, ya sean unidades de conservación, tierras indígenas y otras, incluso privadas. El objetivo es que lleguemos a la deforestación cero", dijo la ministra, quien insistió en la importancia del ordenamiento territorial para reducir la deforestación.
La Amazonía
En la región amazónica, concretamente en julio de 2024, hubo un aumento del 33% en las alertas de deforestación en comparación con 2023. Según João Paulo Capobianco, secretario ejecutivo del Ministerio, julio suele ser el mes de mayor deforestación. Además, las alertas del mes pasado se producen después del año 2023, cuando hubo una gran reducción.
“A finales de 2023 ya teníamos datos muy positivos que nos animaban mucho y mostraban que habíamos conseguido cambiar el escenario de la evolución de la deforestación, lo que ahora se ha confirmado. La nueva cifra no sólo es menor, sino que es mucho menor que la del año pasado. Así que demuestra realmente que hemos entrado en una senda diferente”, analiza.
Los datos muestran que la disminución de la deforestación se produjo en toda la región, incluso en los cuatro estados considerados más críticos por delitos ambientales: Pará, Mato Grosso, Amazonas y Rondônia; y en todas las categorías de tierras.
También en la entrevista, Luciana Santos, ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, afirmó que los datos son una señal de que las políticas públicas para atajar las irregularidades medioambientales están funcionando. "Continuamos mejorando nuestro trabajo de monitoreo, produciendo informaciones con el objetivo de cumplir las metas y los acuerdos internacionales de los que Brasil es signatario, y con la convicción que nos impulsa de que enfrentar el calentamiento global es para hoy y es urgente. Necesitamos aplicar, de forma sistemática y decidida, medidas que vayan en el sentido de frenar la deforestación", afirmó.
Los representantes del gobierno también destacaron que el resultado en la región llega tras el lanzamiento, en junio de 2023, del nuevo Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación en la Amazonía.
El Cerrado
Los datos de deforestación en el Cerrado han experimentado aumentos consecutivos en las alertas del Deter desde el período 2019/2020. Según el Observatorio del Clima, los registros más altos en este bioma sugieren que la destrucción del medio ambiente con fines de producción agrícola, como la carne y la soja, puede estar pasando de la selva a la sabana. Según un comunicado divulgado por la organización, en esta región hay "menos control por parte del gobierno federal porque la tierra es casi toda privada, el límite legal de deforestación es mayor". Además, los organismos locales de gobierno conceden licencias de tala con menos moderación.
Según el secretario ejecutivo del Ministerio, sin embargo, las curvas de acumulados mensuales en años anteriores muestran una proyección de deforestación más pronunciada, que no se confirmó gracias a los esfuerzos realizados, entre ellos el Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación y la Quema en el Bioma del Cerrado. "Creemos que estos datos indican que entraremos en un ciclo de reducción constante de la deforestación en los próximos años", pronosticó el biólogo y ambientalista.