Salud mental: bajas laborales se duplican en diez años

Más de 440 mil brasileños se ausentaron del trabajo debido a episodios depresivos, trastornos de ansiedad, reacciones al estrés grave y otros problemas relacionados con la salud mental en 2024.
Las cifras más que se duplicaron en comparación con 2014, según un estudio comparativo realizado por el Ministerio de Seguridad Social, cuando las bajas laborales por trastornos mentales y del comportamiento alcanzaron aproximadamente 203 mil casos.
En la comparación entre 2024 y 2023, los números también son alarmantes. El aumento fue de casi el 67%.
Causas
Gran parte de las ausencias en 2024 se debieron a trastornos de ansiedad (141.414), seguidos de episodios depresivos (113.604) y trastorno depresivo recurrente (52.627).
A continuación, figuran el trastorno afectivo bipolar (51.314), los trastornos mentales y del comportamiento derivados del consumo de drogas y otras sustancias psicoactivas (21.498) y las reacciones al estrés grave y trastornos de adaptación (20.873).
También forman parte del conjunto de bajas laborales por enfermedad mental en 2024 casos de esquizofrenia (14.778), trastornos mentales y del comportamiento derivados del consumo de alcohol (11.470) y de cocaína (6.873), así como trastornos específicos de la personalidad (5.982).
A modo de comparación, en 2024 las bajas laborales por trastornos de ansiedad aumentaron más del 400% en relación con 2014, cuando se registraron 32 mil casos. Por su parte, las ausencias por episodios depresivos casi se duplicaron en una década.
Análisis
Para Antonio Virgílio Bittencourt Bastos, profesor de psicología en la Universidad Federal de Bahía y miembro del Consejo Federal de Psicología, las cifras reflejan lo que los especialistas ya venían monitoreando: una creciente crisis de salud mental en Brasil.
“Los indicadores de enfermedad y sufrimiento psíquico van más allá del mundo laboral. La crisis de la covid-19 nos dejó una post pandemia. Vivimos en una sociedad enferma. Hubo una ruptura muy profunda en la forma en que vivíamos y, en cierta medida, aún experimentamos secuelas de esa experiencia traumática.”
Según el psicólogo, parte de la crisis de salud mental proviene de un contexto más amplio de reestructuración y de una dinámica acelerada de cambios.
“Es un proceso en marcha. Estamos en medio de una transformación muy intensa en la vida en sociedad, y es natural, es esperable que las personas reaccionen a estos cambios con dificultades.”
En el ámbito laboral, el profesor señala factores aún más específicos. “El impacto de la revolución tecnológica está reestructurando los puestos de trabajo, redefiniendo modelos de gestión, precarizando el empleo y debilitando los vínculos. Esto, de alguna manera, hace que la crisis laboral tenga características propias.”
Agrega además que “junto con esta transformación del mundo laboral y los cambios drásticos, seguimos conviviendo con modelos de gestión y prácticas arcaicas y tradicionales. Tenemos una cultura que favorece prácticas más autoritarias, lo que genera más tensiones, conflictos y relaciones interpersonales difíciles.”
Calidad de vida
Según Bastos, en este contexto, mantener la calidad de vida se ha convertido en uno de los grandes desafíos de este milenio. “¿Cómo construir un mundo más sostenible, armonioso, un mundo en el que las personas puedan equilibrar su vida familiar y personal? Todo esto representa un gran reto.”
Para él, la crisis de salud mental es alarmante y demuestra la importancia de que el propio Estado garantice apoyo y respaldo mediante programas y acciones específicas que no sean solo soluciones a corto plazo.
“Lo que existe son soluciones paliativas. Programas que no abordan la raíz del problema. Se implementan diversas acciones, proyectos y programas, pero que solo tratan los síntomas y las consecuencias del problema. No van al fondo de la cuestión, que es el modelo de gestión y los procesos de trabajo.”
Bastos defiende la necesidad de cambios profundos: “Es necesario transformar a fondo la forma en que está organizado el trabajo y cómo se establecen las relaciones. Nuestra preocupación es que no se piense que con solo ofrecer asistencia psicológica el problema estará resuelto.”
