Bahía revisa programa de protección tras el asesinato de Mãe Bernadete
El gobierno del estado de Bahía está revisando todos los protocolos de protección de los activistas de derechos humanos tras el asesinato de Maria Bernadete Pacífico, también conocida como Mãe Bernadete. La sacerdotisa del Candomblé y líder de quilombo fue asesinada el pasado jueves (17) en el interior de su casa, en el quilombo Pitanga dos Palmares, en el municipio de Simões Filho.
Según el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Bahía, Felipe Freitas, equipos del gobierno del estado y del Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía están trabajando junto con los organismos de seguridad pública para mejorar los programas de protección.
"La muerte de una defensora de los derechos humanos es una tragedia, más aún si se tiene en cuenta que estaba amenazada. Es evidente que el gobierno federal y el gobierno de Bahía están revisando todos los protocolos de protección, no solo en Bahía, sino en todo Brasil. Una tragedia como esta debe hacernos mejorar el programa, las medidas de protección y las operaciones policiales en todo el país", declaró el domingo (20) a Agência Brasil.
De acuerdo con Freitas, se han desplegado miembros del equipo para reforzar la seguridad de los activistas locales. Los familiares de Mãe Bernadete fueron desalojados del quilombo de Pitanga do Palmares.
Un quilombo es una comunidad fundada originalmente por negros huídos de la esclavitud durante el periodo colonial de Brasil.
En un comunicado de prensa, el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía dijo que esta semana los miembros de la coordinación del Programa de Protección de los Defensores de los Derechos Humanos estarán en Bahía para "citas destinadas a fortalecer el programa de protección en el estado". Los funcionarios federales deberán visitar las comunidades amenazadas y recabar información para renovar las políticas.
"Lo más importante en este momento es dar prioridad a las investigaciones. El primer paso para una revisión a fondo de los programas de protección es averiguar quién ejecutó a Mãe Bernadete. Toda la policía civil está movilizada. Nuestra obligación es dar respuesta a este caso y reforzar aún más la política de prevención de la violencia y de protección a quienes se sienten amenazados", argumentó el secretario Felipe Freitas.
A día de hoy, 94 defensores de los derechos humanos —incluidos habitantes de quilombos, indígenas y trabajadores rurales— gozan de protección en Bahía, y 25 casos están siendo analizados.
Violencia
"Brasil es un país muy violento. Desgraciadamente, los estados que tienen riquezas naturales, grandes activos minerales, son objeto de intensas disputas entre el poder económico y las comunidades tradicionales. Bahía es uno de los estados con mayor número de comunidades indígenas y quilombolas, y esto significa que hay una fuerte disputa por sus derechos territoriales", señaló Freitas.
Un sondeo publicado en junio por la Red de Observatorios de Seguridad, promovido por los departamentos de seguridad pública de los estados, ya señalaba a Bahía como el segundo estado brasileño con más casos de violencia contra miembros de comunidades tradicionales. Solo por detrás de Pará (norte), Bahía registró 428 víctimas de violencia entre 2017 y 2022.
Mãe Bernadete formaab parte del programa de protección desde 2017, cuando su hijo Binho do Quilombo fue asesinado. Se instalaron cámaras de seguridad en su casa y la policía militar realizaba rondas en Pitanga dos Palmares. Recibía visitas diarias, informó Freitas, a veces más de una vez al día, y tenía los números de teléfono de los oficiales que trabajaban en la zona.