Casi 2 millones de personas recibieron toallas menstruales gratuitas
El programa gubernamental brasileño "Dignidad Menstrual" ha distribuido casi 2 millones de toallas sanitarias gratuitas este año, según informó el Ministerio de Salud. Estos productos están disponibles en las unidades de Farmacia Popular, y se espera que beneficien a aproximadamente 24 millones de personas de entre 10 y 49 años que no tienen acceso a productos menstruales.
Hasta el 24 de mayo, 1.737.061 personas ya han sido asistidas por el programa, retirando sus compresas sanitarias en las farmacias participantes. Esta iniciativa coincide con el Día Internacional de la Dignidad Menstrual, celebrado este martes (28).
El ministerio destaca que esta fecha, observada en más de 50 países, busca poner en relieve la pobreza menstrual y sus impactos significativos en la vida de las personas menstruantes.
Aunque la cartera no ha comentado específicamente sobre un estudio de UNICEF que señala que la menstruación segura sigue siendo un desafío en Brasil, este estudio subraya la importancia de garantizar el derecho a menstruar de manera digna y segura, con acceso a productos de higiene, especialmente para adolescentes y jóvenes, incluyendo niñas, mujeres, hombres, niños trans y personas no binarias.
Dificultades
La ginecóloga Daniela Angerame Yela, integrante de la Comisión de Ginecología Endocrina de la Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (Febrasgo), coincide con las preocupaciones planteadas por UNICEF.
La doctora señala que, si bien existen políticas públicas en el país que buscan abordar este problema, todavía persisten numerosas dificultades, especialmente entre las comunidades más desfavorecidas. Menciona investigaciones realizadas por estudiantes de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), que resaltan las carencias en términos de higiene menstrual en poblaciones ribereñas de la Amazonia y en zonas fronterizas con alta presencia de inmigrantes. "Estas personas enfrentan considerables obstáculos", afirma.
Incluso en ciudades grandes como São Paulo, la doctora observa que muchas mujeres tienen dificultades para acceder a programas gubernamentales que ofrecen toallas menstruales. "Aunque existen numerosos programas públicos, no todos pueden acceder a ellos", concluye.
La ginecóloga opina que las campañas de sensibilización deberían llevarse a cabo en las escuelas, con el objetivo de alcanzar a las niñas y adolescentes. "Creo que es ahí donde podemos lograr un mayor impacto, además de generar publicidad, ya que así ellas pueden transmitirlo a sus madres y al resto de la población", comenta.
En relación a los programas públicos, Daniela Angerame Yela aboga por su ampliación, argumentando que no representaría un gran costo para los gobiernos. Además, destaca que Unicamp organizó una campaña de recolección de compresas, las cuales fueron donadas a personas necesitadas en Campinas y Valinhos.
Campaña permanente
La Central Única das Favelas (Cufa) lleva a cabo una campaña permanente para combatir la pobreza menstrual, recolectando y distribuyendo compresas a niñas y mujeres en situación de vulnerabilidad social. En una entrevista con Agência Brasil, la presidenta de Cufa Brasil, Kalyne Lima, resaltó la labor de la organización en este ámbito durante los últimos años.
Kalyne también elogió el Programa Dignidad Menstrual del gobierno federal, aunque señaló que el alto nivel de vulnerabilidad de algunas mujeres dificulta su acceso a estos beneficios. "A menudo encontramos que, incluso con políticas que promueven el acceso a compresas higiénicas, muchas mujeres ni siquiera están al tanto de ellas o no pueden superar el proceso burocrático para registrarse y beneficiarse", explicó. "Estamos en un contexto social con muchas capas."
Para Kalyne, se trata de una política muy importante y necesaria. "Reconocemos que ayuda mucho a los derechos de las mujeres, pero a menudo hay una distancia entre las políticas y su público objetivo", afirmó. Esta brecha se debe a que muchas mujeres en extrema vulnerabilidad carecen del conocimiento necesario y de campañas educativas que les informen sobre sus derechos. "De este modo, muchas mujeres y hombres que menstrúan siguen estando al margen de esta política", añadió.
La campaña de recolección y distribución de compresas de Cufa está descentralizada y se intensifica durante eventos específicos como el Mes de la Mujer o el Día de la Mujer. "Pero la campaña es permanente, porque entendemos que este tipo de subsidio es necesario", afirmó Kalyne. "Además, junto con estas campañas, tratamos de proporcionar información sobre la política del gobierno federal, para que las mujeres puedan acceder a ella de cualquier manera."
Escuelas
El presidente de la Comisión de Ginecología Endocrina de Febrasgo, José Maria Soares, quien también es supervisor del Sector de Ginecología Endocrina y Climaterio del Hospital de las Clínicas de la Universidad de São Paulo (USP), subrayó que la pobreza menstrual afecta principalmente a adolescentes y mujeres de bajos ingresos, quienes no pueden costear las toallas higiénicas comerciales. Soares explicó a Agência Brasil que, como consecuencia, estas mujeres se ven obligadas a utilizar paños para su higiene, lo que puede llevar a que pierdan días de clase.
Dado que no todas las adolescentes y mujeres tienen acceso al programa gubernamental, Soares sugirió que sería ideal enviar a un trabajador sanitario o social a las escuelas para registrar a las alumnas. "Esto haría el programa más eficaz. Si hablas de la menstruación en la escuela, además de educar, también informas sobre el programa gubernamental", comentó.
Además, señaló que las adolescentes pueden actuar como multiplicadoras de la información, compartiendo lo aprendido con sus madres, amigas, tías y vecinas, quienes también podrían beneficiarse de la distribución de compresas si están en la misma situación. Esto, a su vez, amplificaría el alcance del programa y la información sobre la disponibilidad de estos productos.