Cae el valor de la producción forestal brasileña

El valor de la producción de la extracción vegetal y de la silvicultura en Brasil en el 2015 totalizó a US$ 5,9 mil millones, una cifra inferior a los US$ 6,1 mil millones contabilizados en el año anterior. La información figura en el estudio Producción de la Extracción Vegetal y Silvicultura 2015, que el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) divulgó este jueves (27) juntamente con cifras relativas a actividades vinculadas al sector forestal.

Del total de US$ 5,9 mil millones, la silvicultura, actividad directamente vinculada con la regeneración y la plantación de bosques, representó el 74,3% de la producción, el equivalente a US$ 4,4 mil millones. Por otra parte, los productos directamente relacionados con la extracción vegetal (recolección en matas y bosques nativos) representaron el 25,7% (US$ 1,5 millones).

Según el IBGE, pese a la caída de ingresos respecto al 2015, el sector forestal, en especial la producción obtenida en los bosques plantados, ha alcanzado, en los últimos años “una posición destacada en el panorama nacional”.

En una entrevista con Agência Brasil, Luis Celso Guimarães, gerente de la investigación del IBGE, atribuyó la caída en el valor total resultante de la producción forestal “a la crisis económica que afecta a Brasil y al mundo, que hoy demanda en menor escala productos derivados de la siderurgia, que utlizada mucho carbón vegetal proveniente de la silvicultura”.

Entre las excepciones, Guimarães destacó los productos orientados a la producción de papel y celulosa, cuyo aumento de demanda compensó, en parte, la retracción de los productos orientados a la siderurgia y la caída en la exportación de madera en rollo.

Producción

El estudio de 2015 también muestra que en la silvicultura, los cuatro productos maderables sumaron US$ 4,2 mil millones, mientras que los tres no maderables totalizaron US$ 93,8 millones. En la extracción vegetal, la participación de los productos maderables alcanzó US$ 1,02 mil millones y la de los no maderables ascendió a US$ 480 millones.

El grupo de productos alimenticios fue el que presentó el mayor valor de la producción extractiva no maderable  en 2015, con una participación del 69,4%, seguido de las ceras (14,8%), las oleaginosas (8,3%), las fibras (7%) y otros grupos (0,5%).

En el extractivismo, se registró un crecimiento en la producción de 13 productos. El açaí marcó el mayor crecimiento absoluto, con 17,9 mil toneladas más que en el 2014. Ya entre los 21 productos con menor producción, la caída más acentuada fue en la producción de las nueces de babassu, con 6 toneladas menos.

Todos los productos maderables del extractivismo vegetal anotaron caídas en 2015, lo que, según Luís Guimarães, está directamente relacionado con la crisis y la recesión económica” que afecta al país.

Generación de empleo

La posición destacada de la silvicultura en el país ha permitido generar ingresos y empleos. Los datos divulgados por el IBGE, con base en estimaciones de la Industria Brasileña del Árbol (Ibá) –que representa los segmentos de paneles de madera, suelos laminados, celulosa, papel, bosques energéticos, productores independientes de árboles plantados e inversores financieros– muestran a Brasil como el cuarto mayor productor de celulosa del mundo, detrás de China, Estados Unidos y Canadá. El país ya es el líder mundial en producción de celulosa de eucalipto.

“El clima favorable es un importante componente del alto rendimiento forestal obtenido en el país. En Brasil, un árbol de eucalipto está listo para cortar en 7 años, mientras que en Chile solo en 18”, informó el IBGE.

De acuerdo con estimaciones de Ibá, el sector es responsable de cerca de 3,8 millones de empleos directos e indirectos.

Destaques

Los productos que más se destacaron en función del valor de la producción mantuvieron en el mismo nivel en comparación con 2014 y se vieron impulsados por algunos productos alimenticios como el açaí (US$ 153,7 millones), la yerba mate nativa (US$ 126,9 millones) y la castaña de Pará (US$  34,4 millones);

La producción del extractivismo vegetal no maderable se concentra, en su mayoría, en la región Norte, con destaque para el açaí (93,1%) y la castaña de Pará (94,9%), y en la región Nordeste, donde se destacan las nueces de babassú (99,7%), las fibras de piassaba (96,1%) y la cera de carnauba (100%). En la región Sur, se destacan solo dos productos: la yerba mate (99,9%) y el piñón (85,5%).

Crisis económica

La crisis económica ha afectado a todos los productos maderables del extractivismo vegetal en 2015, que anotaron caídas protagonizadas por el carbón vegetal (-21,9%), la leña (-6,8%); la madera en rollo, especialmente para exportación (-3,2%); y el nudo de pino (-55,3%).

En consecuencia, el número de árboles taladas del pino nativo de Brasil se redujo en un 40%. La demanda industrial, el precio, la disponibilidad de mano de obra para la recolección de ciertos productos y la actuación de órganos de control ambiental e inspección –que ora permiten la apertura de áreas para la agricultura, ora intensifican la fiscalización (imponiendo multas y cerrando aserraderos y carboneras)– bien como las condiciones meteorológicas, son factores que explican en buena medida las fluctuaciones en la producción del extractivismo vegetal. “En esa actividad, es común que se observen fluctuaciones significativas en la producción”, dice el estudio del IBGE.

Ubicación

La producción maderable de la silvicultura se concentra en la región Sudeste, que es la principal productora de carbón vegetal (84,6%) y de madera en rollo para papel y celulosa (36,9%). Por otra parte, la región Sur produce el 65,1% de la leña y el 66,6% de la madera en rollo para otros fines.

La producción no maderable de la silvicultura también se concentra en el sureste y en el sur –la producción de cortezas de acacia negra solo se restringe a la región Sur, mientras que la de hojas de eucalipto (94,7%) y de resina (73,7%) se concentra en la región Sureste–.

Traducción: Lucas Magdiel