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Teleférico de Pão de Açúcar celebra 102 años

Importante punto turístico, el equipo recibe un promedio diario de 8
Agência Brasil
Publicado en 27/10/2014 - 18:15
Río de Janeiro
Bondinho do Pão de Açúcar
© Arquivo/Agência Brasil

Bondinho do Pão de Açúcar

A los visitantes les encanta ese atractivo turísticoArquivo/Agência Brasil

Tercer teleférico del mundo y primero de Brasil, el vehículo suspendido por cables que conecta el barrio de Urca con el famoso cerro Pão de Açúcar (Pan de Azúcar, en español), atracción turística de Río de Janeiro, completó 102 años de actividad este lunes (27). Para conmemorar la fecha, la empresa que gestiona el complejo distribuyó 2 millones de pedazos de torta para los visitantes.

Importante punto turístico, el equipo recibe un promedio diario de 4 000 de visitantes durante la baja temporada y 8 000 durante la temporada alta (de diciembre a febrero), así como en importantes eventos en la ciudad. El récord de visitas se registró en diciembre de 2012, cuando el teleférico recibió 10 767 visitantes. En esos 102 años de operación, el vehículo fue utilizado por aproximadamente 40 millones de personas, 47% de las cuales extranjeras.

La coordinadora de Mercadotecnia de la compañía, Ana Luísa de Castro, informó que se están realizando mejoras en las instalaciones, que deberán estar listas para el comienzo del año 2015. "Vamos a cambiar el piso, realizar mejoras en los baños y en las instalaciones de los funcionarios, implantar una nueva señalización y restaurar el anfiteatro y la entrada del parque", explicó.

El teleférico fue fundado en 1912 por el ingeniero Augusto Ramos. La obra ha sido desacreditada por muchos en la época, incluidos sus colegas del Club de Ingeniería, que le llamaban loco y, con sarcasmo, sugerían que la línea del teleférico conectara el Pão de Açúcar al Manicomio Nacional, ubicado en el mismo barrio.

La inauguración del equipo tuvo gran repercusión a nivel nacional e internacional debido a las dificultades de entonces, que implicaron un gran desafío tecnológico por las dificultades de acceso al sitio, por la originalidad de la obra y por falta de mano de obra calificada en Brasil. El apodo bondinho fue dado por los cariocas, que se inspiraron en los bondes (tranvías) que circulaban por la ciudad en el momento.

A los visitantes les encanta ese atractivo turístico. El arquitecto argentino Raúl di Lascio, que visita Brasil por primera vez, dijo que se quedó "maravillado" con el paseo. "Me gustó mucho el bondinho, es muy seguro y apenas sientes el ascenso. Y después que llegas a lo alto te encuentras con un paisaje tan extraordinario que no quieres nunca partir”, relató.

Traducción: Lucas Magdiel


Fonte: Teleférico de Pão do Açúcar celebra 102 años