Brasil organiza iniciativa para frenar deforestación en el Cerrado
La alarma en Brasil ante el aumento de la deforestación en el Cerrado, en contraste con la Amazonia, ha catalizado la formación de un grupo de trabajo entre el gobierno federal y siete estados, junto con el Distrito Federal, que abarcan porciones del segundo bioma más grande del país, ocupando el 25% del territorio nacional. Esta iniciativa se enmarca dentro del desarrollo del Plan de Acción contra la Deforestación del Cerrado (PPCerrado), retomado el año pasado.
Una reunión en el palacio presidencial de Planalto, dirigida por el jefe de Gabinete Rui Costa, congregó esta semana a gobernadores de ocho estados y a cuatro ministros, incluida la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva.
"En la Amazonia, el gobierno federal tiene mayor capacidad de intervención. Sin embargo, en el Cerrado, son los estados los que están mejor posicionados para tomar medidas", afirmó Marina Silva a los periodistas tras la reunión. "La amplia participación de los gobernadores refleja un compromiso conjunto para resolver este problema, en un acuerdo que involucra al gobierno federal, a los gobiernos de los estados, al sector productivo, a la sociedad civil y a la comunidad científica", agregó.
Además de establecer un grupo de trabajo con la participación directa de los gobernadores, las acciones propuestas incluyen la unificación de las bases de datos de los estados con el gobierno federal.
El objetivo es revitalizar el Registro Ambiental Rural (CAR), debilitado durante el gobierno anterior, para que los estados desarrollen sus propias plataformas de monitoreo de los terrenos rurales, según indicaciones del gobierno federal. Además de consolidar y analizar información, un grupo de ministros y gobernadores se reunirá periódicamente para evaluar los datos y tomar decisiones.
El Cerrado, fuente del 40% del agua dulce del país, registró el mes pasado un aumento del 19% en las alertas de deforestación en comparación con febrero de 2023. Según el monitoreo del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), el bioma perdió 3.798 kilómetros cuadrados de vegetación nativa entre agosto de 2023 y febrero de este año.
La situación es especialmente preocupante en la región de los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía, conocida como Matopiba y señalada como la nueva frontera agrícola del país. Casi el 75% de la deforestación del Cerrado ocurre en estos cuatro estados, y de los 52 municipios responsables de la mitad de la deforestación, 50 están en Matopiba.
Durante la reunión, el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático advirtió sobre los impactos de décadas de degradación del suelo debido a la deforestación, así como sobre los efectos del cambio climático. También destacó un proceso de desertificación sin precedentes en áreas cercanas al Cerrado.
"Estamos observando cambios en los patrones de lluvia, especialmente en la región de Matopiba, con una disminución en el caudal de los ríos, que ha descendido a alrededor de 19.000 metros cúbicos por segundo, y otros problemas que podrían generar graves repercusiones en los procesos económicos para la agricultura familiar y el agronegocio", expresó Marina Silva.
El Ministerio de Medio Ambiente señaló que el apoyo de los estados en el grupo de trabajo podría facilitar la liberación de recursos del Fondo Amazonia para financiar acciones, considerando que hasta el 20% de los recursos pueden destinarse a medidas de vigilancia y control en otros biomas.