Expertos temen escalada de violencia en Río
La búsqueda de la población por una rápida respuesta a los asaltos que tuvieron lugar el pasado fin de semana en las playas de la zona sur de Río de Janeiro puede desencadenar el crecimiento de la violencia, dicen expertos en seguridad pública. En la Internet, no es difícil encontrar a aquellos que defienden la acción de bandas de justicieros, grupos organizados para atacar jóvenes sospechosos de los delitos noticiados por la prensa.
Según el sociólogo del Laboratorio de Análisis de la Violencia en la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), Ignácio Cano, las autoridades necesitan actuar para prevenir el empeoramiento de la situación y el aumento del número de episodios de "justicia con las propias manos".
"No solo los delincuentes pueden armarse más, así como mucha gente que nunca cometió crímenes puede pensar que es mejor armarse, ya que puede convertirse en víctima. Eso no va a resolver el problema y va a crear más inseguridad”, advierte el experto. Él recordó el caso que se produjo el pasado domingo, cuando un grupo dio paliza a jóvenes retirados a la fuerza de un autobús porque sospechó de su participación en robos.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, también expresó su preocupación por la acción de grupos de justicieros y dijo, el pasado lunes (21), que tiene miedo a las consecuencias. Beltrame criticó la decisión de Justicia que reforzó que los adolescentes solo pueden ser aprehendidos si hay flagrante. La decisión fue tomada después de una petición del Defensor del Pueblo del Estado de Río de Janeiro, motivada por las operaciones policiales que detuvieron a adolescentes que iban en autobuses desde la zona norte hacia la zona sur. Según Beltrame, la policía se quedó sin herramientas. “Esa medida de sacarnos la posibilidad de prevención puede dar lugar a que la gente quiera hacer justicia con sus propias manos. No vamos a permitir, pero es un esfuerzo que la policía tendrá que hacer.”
Según el sociólogo, la declaración de Beltrame también es preocupante, ya que muestra la falta de un trabajo de inteligencia. “Hace parecer que la prevención tiene que ocurrir de modo ilegal. La decisión judicial tan solo reafirma la ley, que dice que las personas solo pueden ser detenidas en flagrante delito o por decisión judicial”, dice Cano, que considera ineficaces y tendenciosas las acciones como inspeccionar autobuses que vienen de la zona norte.
El pasado miércoles (23), el gobernador Luiz Fernando Pezão dijo que el trabajo de inteligencia se realiza con el uso de la tecnología, pero que la policía actuará para evitar que adolescentes que participan en disturbios en autobuses lleguen a la playa. “Los que no queremos dejar llegar a la playa son aquellos que no pagan el pasaje, van en el techo del autobús o con la mitad del cuerpo fuera, lanzando latas y robando los pasajeros.”
Según el politólogo João Trajano, las inspecciones en autobuses castigan de antemano a jóvenes negros y pobres de los suburbios. “Son ellos los que vienen promoviendo los robos masivos y el vandalismo? Necesariamente son los chicos que vienen en el colectivo?"
ONG teme que crezca el alejamiento entre favela y asfalto
Conocida por hacer protestas por la paz en la playa de Copacabana, barrio que sufrió con los asaltos y acciones de justicieros, la ONG Río de Paz también considera preocupante el tratamiento que se está dando al tema. “La respuesta que unos de la clase media están dispuestos a dar al problema puede agrandar la brecha entre la favela y el asfalto”, dice el presidente de la ONG, Antonio Carlos Costa, en referencia a los barrios pobres y ricos.
Costa cuestiona el excesivo énfasis dado por la prensa a los crímenes en las playas y recuerda que el asesinato, esta semana, del niño Herinaldo Vinícius da Santana, de 11 años, en una favela, no recibió el mismo tratamiento. A pesar de las protestas de residentes en autopistas de la zona norte, no hubo, cree Costa, conmoción por parte de los cariocas.
Montajes y noticias viejas agudizan la tensión en las redes sociales
Sylvia Moretzsohn, profesora de periodismo en la Universidad Federal Fluminense (UFF), sostiene que la prensa debe deconstruir los discursos llenos de prejuicios, especialmente cuando vienen de las autoridades. Moretzsohn llama la atención, sin embargo, para el modo como las redes sociales pueden ser utilizadas para estimular la discriminación e intensificar el clima de miedo. Ella cita los montajes de noticias con imágenes antiguas como si fueran de crímenes recientes, que crean una sensación de inseguridad aún más grande.
“Las cosas se comparten fuera de contexto, y la gente es llevada a creer en ellas. Hay un desbordamiento en las redes sociales, incontrolable desde el punto de vista periodístico”, dice la investigadora. Para ella, las personas esperan soluciones rápidas y fáciles para problemas históricos y complejos, y rechazan cualquier intento de que se les demuestre esa complejidad.
Operación Verano
El pasado jueves (24), la policía militar anunció un plan de seguridad especial para este fin de semana, que cuenta con cerca de 700 agentes, incluyendo el Batallón de Choque. Llamado de Operación Verano, el refuerzo, que se repite cada año en los meses en que las playas de Río son más frecuentadas, fue anticipado.
En una audiencia pública en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, el coronel de la Policía Militar Ibis Pereira sostuvo que la operación no va a resolver el problema de los robos masivos, que se repiten en la ciudad desde 1991. Según Pereira, el hecho de que es necesario montar “una operación de guerra” para que las personas puedan disfrutar la playa debería provocar una profunda reflexión sobre la identidad de Río.
“La vigilancia policial ostensible no evita, sola, el robo masivo. ¿Qué es el robo masivo? ¿Por qué ocurre? ¿Qué quieren esos niños? ¿Quieren tan solo robar un móvil? Ellos quieren visibilidad, quieren ser vistos, porque son invisibles. Estamos hablando de ellos a causa de los robos. De lo contrario, no estaríamos hablando de ellos.”
En una entrevista con TV Brasil, la coordinadora ejecutiva del proyecto Uerê, Yvonne Bezerra, que proporciona orientación pedagógica a jóvenes del complejo de favelas de Maré, recordó que la mayoría de ellos no comete delitos o robos masivos. “Ellos están tratando de sobrevivir en una sociedad extremadamente injusta contra ellos. Pero hay una parte de ellos que se rebela", dijo, señalando que las fallas del Estado y de las familias llevan a esa situación.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: Expertos temen escalada de violencia en Río